:: TIENDA :: :: EDITORIAL :: :: BLOG :: 

jueves, 18 de junio de 2009

Banastos, herrero del Infierno

Hace mucho tiempo, Banastos era un ángel, el mejor herrero que poseía la hueste celestial, pero durante la rebelión de Luzbel, éste lo convenció para que se uniera a él alabando sobremanera su trabajo. Cuando Lucifer y sus seguidores fueron enviados al Infierno, Dios, enfurecido por la traición de Banastos, lo maldijo en secreto: su trabajo nunca daría a partir de entonces un producto totalmente perfecto. Poco después de llegar al Infierno, Lucifer le pidió que fabricara una armadura digna de su persona y un arma con la que poder matar al mismo Dios, un trabajo que Banastos se tomó como un reto personal, y aún continúa con dicha tarea, fabricando una y otra vez armas y armaduras que tiene que desechar por encontrarlas imperfectas, en busca siempre de ese arma con el que Lucifer puede destruir al propio Dios. Y se dice que el día que consiga acabar su trabajo, habrá llegado el Apocalipsis, el fin de los tiempos.

Banastos está siempre trabajando en su fragua, en un paraje del Infierno denominado Fragua de los Sanguinarios. Allí, con los metales que extraen las almas condenadas, fustigadas por el látigo del ígneo Glatka, Banastos sigue fabricando armas en su yunque, que se funden con las almas condenadas de los guerreros más violentos y sanguinarios que arroja al fuego otro ígneo, Cansux, mientras que un tercero, Ferraek, recoge los restos de dichas almas y los prensa para utilizarlos como combustible.

Si algún mago desea contactar con Banastos para conseguir algún arma o armadura, se encontrará con varios problemas: el primero es que el herrero nunca se ha presentado en la Tierra ni ha tenido contactos con los humanos, por lo que muy pocos conocen un hechizo para invocarlo, tanto que en caso de que llegara a manos de un mortal y se lanzara con éxito el que se presentaría será Nergal, que interrogará al mago sobre cuales son sus verdaderos motivos para invocar a Banastos (ten en cuenta que el herrero se encuentra fabricando un arma muy importante para las huestes infernales, un proyecto secreto, como si dijéramos). Incluso obteniendo un crítico en la invocación, el que se presentaría en medio de un círculo de fuego sería uno de sus ígneos, que servirá como intermediario entre el invocador y el demonio, pero tampoco podrá quedarse mucho tiempo, ya que los ígneos de Banastos tienen siempre mucho trabajo que hacer, y el demonio no gusta de que lo abandonen demasiado tiempo.

  • FUE: 40
  • AGI: 20
  • HAB: 40
  • RES: 35
  • PER: 23
  • COM: 15
  • CUL: 18

Altura: Desconocido.
Peso: Desconocido.
RR: 0%
IRR: 300%

Protección: Mandil de herrero (5 puntos de protección) y Aura de Fuego (10 puntos de protección).

Armas: Martillo 100% (1D6+6D6) —aunque puede utilizar cualquier arma al mismo porcentaje— y Bolas de Fuego 100% (3D6).

Competencias: Alquimia 150%, Artesanía 250%, Herrería 400%, Conocimiento Mineral 225%, Conocimiento Mágico 150%, Memoria 45%.

Hechizos: Aunque en su momento Lucifer le enseñó a Banastos todos los hechizos (excepto los prohibidos), actualmente los tiene un poco olvidados: cada vez que quiera usar un hechizo debe tirar por Memoria para recordarlo, o lo lanzará con efectos insospechados.

Poderes Especiales:
  • Aura de Fuego: Si se ataca a Banastos y se falla el ataque o se acierta por más de la mitad de la competencia, el atacante sufrirá 10 PD del fuego que cubre al demonio.
  • Martillo de Banastos: Si se utiliza para parar un ataque, cualquier ataque que haya sacado más de la mitad del porcentaje de ataque hará que se rompa el arma.
  • Fabricar Armas y Armaduras: Las armas y armaduras de Banastos se consideran demoniacas y cuando sean llevadas en un sitio sagrado, doblan los penalizadores por Fuerza necesaria, aunque en lugares infernales o malditos el penalizador se reducirá a la mitad. Si son bendecidas se pondrán al rojo vivo y si se le echa agua bendita encima ésta actuará como el hechizo Vitriolo Salvaje. Además todas ellas tendrán algún poder de tipo demoniaco (menores penalizaciones, más puntos de resistencia, mejores protecciones, añaden bonificadores a la competencias, reducen la penalización por utilizar magia, provocan más puntos de daño, ignoran determinadas armaduras, doblan el daño frente a algunos enemigos, son irrompibles, etc.) y uno o varios defectos (mayores penalizadores, más Fuerza para usarse, penalizadores a las características), además de maldiciones o prohibiciones mágicas.
  • Ígneo: Banastos es, en esencia, un ígneo, así que disfruta de todos los poderes y debilidades de los mismos, excepto de uno: las salamandras no le pueden matar, ya que morirían empachadas antes de poder consumirlo completamente. Eso sí, le causarían un tremendo dolor, así que cualquiera que lo intente debería empezar luego a correr…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias!!

Rafagast dijo...

Aparecio ya esta ficha en el grimorio de la 2ª Edición aunque esta bien recordarla, creo que le acompañaba la ficha de otro demonio jugador de ajedrez...

¿Vitriolo salvaje? Ya veo que una de las novedades de la nueva edición es cambiarle el nombre al hechizo "Corrosión de metales"

Antonio Polo dijo...

Efectivamente, veo que estais al quite, en ambas cosas: ya apareció en el Grimorio (y es un demonio que merece estar en el manual básico) y algunos hechizos han cambiado de nombre para mejorar la ambientación. Espero que os guste.

Anónimo dijo...

MMMMMMM que emoción ya se van viendo cosas...