Ya de vuelta en casa y superada la resaca de estas jornadas, hagamos el análisis del evento, que tiene todos los visos de convertirse en uno de los cocos importantes del panorama rolero nacional.
En primer lugar, expresar nuestro agradecimiento a los organizadores, por su enorme hospitalidad y su predisposición en todo momento a ayudarnos en todo cuanto estuviera en su mano, tanto en la parte que nos tocaba como meros asistentes, como por la que corresponde al stand, ya que teníamos la tranquilidad de poder alejarnos del stand sin que pasara nada. Y en especial queremos dedicar un guiño al amigo Edu, excepcional maestro de ceremonias, que contribuyó en todo momento a hacer que nos sintiéramos como en casa.
Dicho esto, lo suyo sería analizar puntos fuertes y flojos de las jornadas, comenzando por el más destacado, que es el tema del alojamiento, donde estas jornadas hoy por hoy barren (con la salvedad de las Tierra de Nadie) a cualquier otro evento (de los que conocemos, claro), ya que ¿dónde se ha visto que por 30 euros por persona le faciliten a uno todo un apartamento con sus camas, su cuarto de baño, su nevera...?
Desde el punto de vista editorial, también es reseñable el buen trato recibido y que, pese al calor, el sitio que nos daban para colocar el stand era relativamente fresquito.
De puntos negativos, el tema de las actividades, ya que, si bien es cierto que el calor y la comodidad invitan a la pasividad, no podemos pasar por alto el hecho de que tal vez no había tantas como pueda haber en otros eventos de este tipo, y como crítica, la falta de una zona específica adecuada para organizar las partidas. Una carpa al aire libre puede estar bien en otros climas o estaciones del año, pero en el agosto granadino, puede ser una tortura.
En todo caso, cabe reseñar que los ERA son unas jornadas un tanto atípicas, que por momentos se asemejan más a un campamento de verano al que uno se va con su grupo de amigos de vacaciones, pero que al estar lleno de frikis, inevitablemente el grupo de amigos se va ampliando, y aquí es donde reside otro punto fuerte de las jornadas, con el buen rollo y el colegueo que se va formando tanto dentro como, sobre todo, fuera de las mesas de juego.
2 comentarios:
A mi también me han gustado mucho, y la verdad es que la carpa, en la que he dirigido unas cuantas partidas, no me ha parecido nada calurosa. De hecho he estado mucho más fresco en las jornadas de lo que estoy cualquier día de verano en Castellón :D
Sobre la cantidad de partidas lo que he echado a faltar es rol de mesa, ya que de lo demás (ReV, wargames, cartas, juegos de mesa) había de todo y en cantidad.
Y si tiene algo de Campamento Friki de Verano, pero la verdad es que eso para mi es algo entrañable, y que las convierte en posiblemente una de las mejores jornadas que he visto.
Por si no os habéis dado cuenta, me lo he pasado MUY bien :D
¿en cuantas jornadas puedes tener una improvisada gynkhana nocturna acerca de como embarcar una muñeca hinchable?
Geniales, como siempre. Escribimos crónica en Fanzine Rolero en breve, pero aprovecho para darle un abrazo al grupo de organización saliente y a los nuevos que debutaban este año en la tarea.
El relevo generacional irá bien.
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