Siguiendo la serie anterior, aquí tienes Iniciador nuevas ideas para estos personajes. Cabe decir que los personajes listos para jugar pueden ser utilizados también como personajes no jugadores. Por lo tanto si tus jugadores no quieren encarnar a estos bien puedes utilizarlos en tu provecho, convirtiéndolos en contactos, familiares, amigos o compañeros de fatigas. Incluso pueden ser antagonistas.
¡Recuerda lusitor que es mejor no seguir leyendo, pues el secreto es solo para los escogidos!
Agatocles de Malta
El objeto más preciado de este curtido marinero es su amuleto en forma de tridente. Por lo que puede ser utilizado como gancho recurrente para nuevas aventuras. Al fin y al cabo, Agatocles desconoce el verdadero origen del tridente y algunas de sus habilidades “secretas”. Por ejemplo, el amuleto puede caérsele durante una travesía por una zona de poco calado. El mar es poco profundo por lo que Agatocles no tiene problema para ir en su busca. Lo curioso es lo que puede encontrar bajo el mar: un viejo pecio hundido y en su interior los restos medio devorados de un cadáver. Casualmente el cadáver lleva un amuleto igual que el suyo. Al subir y comparar los dos se percata de que si los junta lo que en principio parecían muescas debido al desgaste del marfil forman letras griegas. Desgraciadamente necesita encontrar otro amuleto pues el mensaje está incompleto.
Sejemjet
Este personaje contradictorio que oscila entre la sabiduría y la locura, cae en lo que para él es una pesadilla: se enamora de una mujer de mala vida, una “loba” de lo peor. La visita a menudo, y aunque esta mujer le humilla y martiriza, a veces le ofrece gustosas migajas libidinosas que le hacen sentir muy vivo. El placer y el dolor le martirizan: ella domina sus sueños. Esta es una excusa perfecta para interpretar el personaje durante una corta sesión, ya que posiblemente Sejemjet termine sucumbiendo a sus institutos más primarios, y acabe con la relación de una forma, digamos, drástica.
Gneo Julio Bolgio
Este personaje tiene una extraña vinculación con los lobos. Durante uno de sus vagabundeos por un solitario camino, una manada de lobos se le acerca con cautela. Le olisquean e incluso se dejan tocar por él. Finalmente desaparecen en el bosque con la misma rapidez con la que aparecieron. Bolgio no puede dejar de sentir simpatía por ellos: fuertes, astutos y libres, como el mismo. Sigue su camino y al llegar a un poblado se ve sorprendido por una batida contra los lobos, ya que estos han devorado ganado y a un niño pequeño. Bolgio tiene dos opciones: seguir su camino y abandonar a los lobos a su suerte, o unirse al grupo y ver como puede ayudar a escapar a los lobos.
Tipicsa
Para este personaje su refugio secreto a las afueras de Cartago es el santuario en el cual esconder sus trofeos. Al regresar al mismo con algún objeto de su última cacería se percata de que alguien ha entrado en su refugio, aunque no parece faltar nada, su hogar ha sido mancillado. Enfurecido comienza la búsqueda del rastro del profanador. La naturaleza de este último puede ser muy variada: desde otro cazador que lo está retando, a un enemigo que busca venganza, un teúrgo cartaginés que desea probar sus capacidades y si es apto mostrarle parte de sus secretos, etcétera.
Agatocles de Malta
El objeto más preciado de este curtido marinero es su amuleto en forma de tridente. Por lo que puede ser utilizado como gancho recurrente para nuevas aventuras. Al fin y al cabo, Agatocles desconoce el verdadero origen del tridente y algunas de sus habilidades “secretas”. Por ejemplo, el amuleto puede caérsele durante una travesía por una zona de poco calado. El mar es poco profundo por lo que Agatocles no tiene problema para ir en su busca. Lo curioso es lo que puede encontrar bajo el mar: un viejo pecio hundido y en su interior los restos medio devorados de un cadáver. Casualmente el cadáver lleva un amuleto igual que el suyo. Al subir y comparar los dos se percata de que si los junta lo que en principio parecían muescas debido al desgaste del marfil forman letras griegas. Desgraciadamente necesita encontrar otro amuleto pues el mensaje está incompleto.
Sejemjet
Este personaje contradictorio que oscila entre la sabiduría y la locura, cae en lo que para él es una pesadilla: se enamora de una mujer de mala vida, una “loba” de lo peor. La visita a menudo, y aunque esta mujer le humilla y martiriza, a veces le ofrece gustosas migajas libidinosas que le hacen sentir muy vivo. El placer y el dolor le martirizan: ella domina sus sueños. Esta es una excusa perfecta para interpretar el personaje durante una corta sesión, ya que posiblemente Sejemjet termine sucumbiendo a sus institutos más primarios, y acabe con la relación de una forma, digamos, drástica.
Gneo Julio Bolgio
Este personaje tiene una extraña vinculación con los lobos. Durante uno de sus vagabundeos por un solitario camino, una manada de lobos se le acerca con cautela. Le olisquean e incluso se dejan tocar por él. Finalmente desaparecen en el bosque con la misma rapidez con la que aparecieron. Bolgio no puede dejar de sentir simpatía por ellos: fuertes, astutos y libres, como el mismo. Sigue su camino y al llegar a un poblado se ve sorprendido por una batida contra los lobos, ya que estos han devorado ganado y a un niño pequeño. Bolgio tiene dos opciones: seguir su camino y abandonar a los lobos a su suerte, o unirse al grupo y ver como puede ayudar a escapar a los lobos.
Tipicsa
Para este personaje su refugio secreto a las afueras de Cartago es el santuario en el cual esconder sus trofeos. Al regresar al mismo con algún objeto de su última cacería se percata de que alguien ha entrado en su refugio, aunque no parece faltar nada, su hogar ha sido mancillado. Enfurecido comienza la búsqueda del rastro del profanador. La naturaleza de este último puede ser muy variada: desde otro cazador que lo está retando, a un enemigo que busca venganza, un teúrgo cartaginés que desea probar sus capacidades y si es apto mostrarle parte de sus secretos, etcétera.
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