A lo largo de las aventuras los personajes se encontrarán con diferentes antagonistas, de muy variada naturaleza, condición y posibilidades: desde el más simple recluta hasta centuriones, senadores, salteadores de caminos, brujas, mercaderes, taberneros, ladrones de poca monta y un infinito etcétera. La idea de esta ayuda es proporcionar al Iniciador de personajes estereotipados.
Por ejemplo, para empezar tienes a un recluta que aspira convertirse en un verdadero legionario. Aunque está personalizado, considera que se trata de un recluta normal: sus parámetros son los habituales para un personaje de este tipo.
Puedes utilizar a estos personajes de multitud de formas, ya sea como antagonistas, clientes, mecenas, camaradas, sirvientes, como gancho para aventuras… lo que creas conveniente.
Lucio Aelio, legionario bisoño
“Dura es la disciplina de la legión, pero puedo asegurar que nunca me he sentido más vivo. Me hierve la sangre tras cada día de instrucción. Puedo asegurar que cuando termine estaré una semana borracho y me divertiré provocando alguna que otra pelea.”
Pese a tu juventud, apenas 17 años, no tienes miedo a pelearte con otros más experimentados y duros. Al fin y al cabo, en tu pueblo eras conocido por ser pendenciero, inquieto, como tu padre. Estabas acostumbrado al campo, a la dureza de la intemperie y a cazar en el bosque cercano: tienes más de una cicatriz por ello como recuerdo. Orgulloso, pensabas que el mundo te pertenecía. Pero cuando llegaron aquellos hombres al pueblo, simplemente te quedaste sin habla: los legionarios con sus pertrechos, armas y armaduras simplemente te fascinaron. Incluso uno de ellos dejó que te pusieses su casco. Nunca habías sentido nada igual. Pero cuando te dejó blandir el gladius y simular un par de estocadas ya estabas prácticamente alistado. Suplicaste, rogaste, convertirte en uno de ellos. Te observaron con detenimiento. Sonrieron entre ellos… y asintieron. Te llevarían al campamento para la inspección reglamentaria. Al fin y al cabo, su misión era reclutar a nuevos aspirantes.
Fueron meses infernales en los que aprendiste multitud de nuevas habilidades. Primero te curtiste físicamente, después aprendiste a luchar con armas que nunca habías visto anteriormente, o incluso otras tan primitivas como tirar piedras y a recibirlas para endurecerte, la dura disciplina de las marchas cargado como un animal, las brutales novatadas de los legionarios, muchos de ellos ahora amigos -te enorgulleces de poder considerarte su compañero-, soportaste como un estoico la terrible comida y el vino agrio, aprendiste a montar a caballo, a ayudar en la edificación de diversas obras militares y civiles, como campamentos y puentes, además de soportar los insultos, humillaciones y golpes del campidoctor, un maldito centurión casi desdentado al que odias más que nada en el mundo, aunque te reconcome el saber que gracias a él ahora eres un hombre.
Pero adorabas las diversas maniobras militares, como la formación, el testudo, aprender las diferentes órdenes, pero sobre todo los simulacros de combate entre cohortes enteras: cientos de hombres en combate simulado, pero de tal brutalidad y realismo que no era raro que alguien terminase gravemente herido o incluso muerto.
Ahora eres un joven legionario, aunque aún no has tenido tu bautismo de sangre. Los rumores de los veteranos aseguran que dentro de poco el grupo de novatos legionarios al que perteneces será destinado a un lugar de la frontera germana donde no tardarás en mostrar tu valía.
Características: Fue 7, Des 6, Con 7, Per 5, Int 5, Cul 3, Car 4
Carácter: bélico 5.
Habilidades: todas las armas a 3, atletismo 3, autoridad 1, campestre 3, disciplina 3, entrenar 3, equitación 3, vigilar 3, geografía (apropiada) 3, idioma latín 4, gramática latina 1, caza y pesca 3, latrocinio 3, ocultación 3.
Cualidades: agresivo 3, aguantar dolor 1, aguantar fatiga 3, aplicado 1, atleta natural 3, combatiente 5, herida extra 3, salud de hierro 3.
Dignitas: vir 3, gra 2, fid 0
Idea de aventura: investigando un robo
Tras llevar unos pocos días en la legión, Lucio tras una guardia un tanto agitada se dispone a comer algo y descansar en el barracón que ocupa junto a siete jóvenes legionarios, cuando se percata de que le han robado algunas de sus pertenencias: el candado que utiliza en su arcón está roto. Desaforado pregunta a sus compañeros, pero ninguno sabe nada sobre el asunto. Lucio se desespera sabiendo que el equipo que falte lo pagará de su propio salario.
Siendo un joven resoluto se dirige a su centurión, el cual le da permiso para que investigue el asunto. ¿Quién le habrá robado? ¿Alguno de sus compañeros? ¿El propio centurión? ¿Algún ladrón enviado por un comerciante? Desgraciadamente, en la legión se están produciendo demasiados robos, aunque no es raro que las pertenencias “cambien” de mano de vez en cuando. Lo que todo el mundo ignora es que Lucio ha realizado algunas marcas en los objetos que faltan… es cuestión de tiempo de que pille al ladrón, y cuando lo haga el asunto no terminará con una simple reprimenda.
2 comentarios:
Genial,
Con pnjs equilibrados será mucho más facil que los iniciadores creen su propias partidas.
Me parece muy útil :D
Ave
Mi idea es poner ejemplos variados de tipos de personajes diferentes. En este primer caso lo más “sencillo”: ejemplos de legionarios. Pondré tres ejemplos si es posible de cada officium: un recluta bisoño pero entrenado, un legionario experimentado y un veterano.
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