Elaborado por Cyrax.
Era un día aburrido, como de costumbre, así que nos juntamos los niños del pueblo para pasar la tarde junto a la vieja casa de las afueras. No se a quién se le ocurrió la genial idea de entrar a explorar la casa, pero el caso es que todos nos apuntamos.
Mientras cruzábamos el maizal, algunos niños empezaron a tirar piedras a los cuervos que estaban posados sobre el feo espantapájaros. Salieron volando mientras nos reíamos, y alguna piedra golpeó la calabaza que tenía por cabeza.
Cuando estábamos mirando a través de las sucias ventanas, un ruido se escuchó tras nosotros, nos giramos asustados y nos dimos cuenta de que el espantapájaros ya no estaba en su sitio. Después se movió el maíz a la derecha, y luego a la izquierda... entonces todos salimos corriendo y nos desperdigamos por el maizal para alcanzar la salida.
Los cuervos volaban en círculo en lo alto, y una rísa se escuchaba cada vez más cerca nuestro, entre el maíz...
Conseguimos escapar de allí casi todos... menos el hijo del panadero... los mayores no dejan de poner carteles con su foto por la calle, no le han encontrado aún... pero nosotros sabemos donde está... enterrado bajo el campo de maíz...
Rasgos: Paciente, rápido.
Poderes: Puede comunicarse con los cuervos que se posan en él, de este modo, ellos le mantienen informado de lo que sucede en las zonas que sobrevuelan, haciendo que el espantaniños sepa al detalle todo lo que sucede allá donde envía a sus cuervos a espiar.
Suele emplear una vieja hoz oxidada pero muy afilada para atacar a sus víctimas.
Además de eso, no puede infringírsele ningún daño mientras permanezca en su postura de espantapájaros, aunque se queme o se destruya su cuerpo mientras está en dicha postura, volverá a estar en su sitio al menor descuido. De este modo no se puede destruir al espantaniños hasta que este decida “cobrar vida” y abandone las tareas propias de un espantapájaros común.
Debilidades: Al ser de paja, el fuego es su peor enemigo, por lo que aumentará el daño que se le cause, a discrección del maestro.
Puntos de terror: 7.
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