Las armas de fuego, las armas de filo, el fuego, el ácido y en general las fuentes de daño que provocan heridas abiertas, afectan a órganos internos o destruyen el tejido se consideran daño letal. Este daño puede provocar secuelas e incluso la muerte de los personajes.
Cuando un personaje es alcanzado por un ataque que produce daño letal, compara el total de daño sufrido con sus umbrales de daño normalmente. La magnitud del daño determinará el estado del personaje.
Armas contundentes "blandas", balas de goma, dispositivos "menos que letales" o las manos desnudas son fuentes de daño no letal. En general, toda fuente de daño que no entre en la categoría anterior se considera no letal. Un personaje blanco de un ataque exitoso que produce daño no letal compara el daño recibido con sus umbrales de daño, pero no lo anota de la manera habitual. En su lugar se siguen las siguientes directrices:
- Si el resultado es inferior al umbral de malherido, el daño es insignificante y cosmético, pero produce una reducción temporal acumulativa de 1 punto en los umbrales de daño del personaje. Esta reducción desaparece completamente en cuanto el personaje descansa una hora.
- Si el resultado es igual o superior al umbral de malherido, pero inferior al de incapacitado, el personaje queda aturdido durante un asalto a partir del momento en que recibió el daño.
- Si el resultado es igual o superior al umbral de incapacitado, pero inferior al de moribundo, el personaje resulta aturdido durante 1d6 asaltos a partir del momento en que recibió el daño.
- Si el resultado es igual o superior al umbral de moribundo, el personaje queda inconsciente.
- Si el personaje ha recibido heridas causadas por daño letal antes de recibir daño no letal, la disminución de sus umbrales de daño producidos por las heridas debe tenerse en consideración normalmente.
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