Origen de Valsorth (y III): El Reino de la Sombra

Alguno de vosotros quizás sepáis que el origen del Reino de la Sombra es un librojuego que escribí durante el 2005, una gran historia que empecé y nunca acabé, en que el lector podía adoptar una serie de profesiones y recorrer Valsorth viviendo mil y una aventuras. Este esquema de librojuego basado en la serie de Fabled Lands, hizo que escribiera alrededor de 3000 secciones de aventuras, acción y exploración, en las que tuve que desarrollar con detalle regiones enteras, como la ciudad de Teshaner, Eras-Har o Litdanast, ruinas como Dalannast, Karahakum o Agna-Anor, o regiones enteras como las colinas de Terasdur y las laderas de las montañas Kehalas. También escribí decenas de aventuras tanto urbanas, como de exploración de ruinas o batallas durante la guerra contra el Rey Dios, así como descripciones de una infinidad de personajes, enemigos, monstruos y peligros. Como muchos otros proyectos, este megalibrojuego de 5000 secciones quedó inacabado y olvidado en un rincón de mi ordenador, más aún cuando me puse a reescribir en 2006 los librojuegos de Leyenda Élfica. Sin embargo, allá por 2007, fue de nuevo Manuel J. Sueiro el que, como quien no quiere la cosa, me preguntó “Oye, ¿por qué no utilizas todo ese material para escribir un libro de rol de aventuras?”. Al principio pensé, ¿cómo coño voy a escribir un manual de rol? Pero después de probar cosas, montar una primera estructura del libro, me di cuenta de que el libro estaba ahí, delante de mis narices. Porque allí tenía la historia del mundo, quizás no desarrollada del todo, pero sí las grandes líneas generales para darle forma. También tenía las descripciones de las regiones y reinos, con sus ciudades, pueblos y características. Y por supuesto, y lo mejor de todo, tenía personajes, aventuras, y una trama que enlazaba todo y que aspiraba a explicar una historia aún mayor.

Durante más de un año trabajé en el libro, combinándolo con otras cosas (como algún librojuego de sLAng), por supuesto, ya que es la única manera de no volverse loco, hasta que finalmente tuve el primer volumen del libro listo. En ese momento ya sabía que un solo libro no sería suficiente para detallar el mundo de Valsorth, así que tuve que centrarme en la región oriental del continente, y apartar otras para futuros volúmenes.

Pero claro, aquel primer esbozo del Reino de la Sombra aún tenía que evolucionar, ya que en un principio iban a ser simplemente un conjunto de aventuras para ser jugadas usando el sistema NSd20, pero al entrar otros autores en el proyecto, como Borja o JC, se acabó convirtiendo en un sistema completo. Además, sus aportaciones hicieron crecer la historia del mundo, así como los trasfondos de las razas (como la forma de reproducción de los trolls), y tantos y tantos detalles que soy incapaz de recordar y que contribuyeron a hacer del manual, y por tanto de Valsorth, un mundo mucho más completo y, creo, interesante.

Podría seguir hablando sobre el largo proceso que ha sido la creación del manual del Reino de la Sombra, pero tampoco es ese el objetivo de esta historia. Ahora que el libro está muy cerca, sólo puedo mirar atrás y ver el largo camino que ha llevado hasta aquí, desde aquella primera historia del joven Bak huyendo junto a Kiraya de un pueblo de Bantherth, pasando por la epopeya elfa de Araanan en su lucha por salvar el reino élfico, hasta la trama de la gran batalla contra el rey Dios que se desarrollará durante los libros del Reino de la Sombra. Esto y otras muchas cosas demuestran una vez más que es cierto eso que le decía el viejo Bilbo de “Es peligroso cruzar el umbral de tu puerta, pones los pies en el camino y si no cuidas tus pasos no sabes donde te pueden llevar.” Aunque en mi caso sería más bien “Ten cuidado cuando te pongas delante del ordenador, pues no sabes que vas a acabar escribiendo unos años después”.